¿Quién no ha sufrido
molestias, dolores musculares o contracturas? ¿Por qué nos pasan?
A parte de tener cada uno una
constitución y unas condiciones físicas individuales, por regla general, todos
tenemos nuestras costumbres o rutinas y siempre tendemos a sentarnos de una
misma manera, caminar de una misma forma o hacer siempre el mismo tipo de
ejercicio….etc, además la mayoría de las veces sin ser conscientes de lo que
realmente estamos moviendo.
Todo ello hace que nuestros
músculos, se acomoden y acostumbren a ese tipo de movimientos. ¿Te ha pasado
alguna vez, que acostumbrado a correr, crees estar en plena forma y cuando vas
a montar en bici o a tu primera clase de pilates, al día siguiente no te puedes
ni mover?, lo digo por propia experiencia……….
Veamos, nuestra musculatura y
estructura, necesita salir de su zona de confort y hacerse unos ajustes cada
cierto tiempo, de ahí que acudamos al fisio o a darnos un placentero masaje. Si
somos capaces de conocer nuestro cuerpo y corregir nuestra postura, poco a poco
nos iremos haciendo más responsables de nuestro propio bienestar.
La base de una buena postura
siempre es nuestro punto de apoyo, de pie, sentados, en postura invertida…….
Aprende estos 6 ajustes que te ayudaran a corregir y evitar dolores.
1.
Pies: 3
puntos clave de apoyo en la planta de los pies, talón y almohadillas de los
dedos interna y externa. Distribuye el peso uniformemente entre los 3 puntos
para el equilibrio de cada pie. Siente como puedes alargar tu superficie de
apoyo extendiendo los dedos a lo largo y a lo ancho. Disfruta de tu paseo y se
consciente de tus pisadas al caminar ¿Cómo apoyas el pie?
2. Caderas y Piernas: Las piernas
están estiradas desde los pies hasta las caderas, sin bloquear las rodillas,
estirando los músculos hacia arriba. Ajustamos haciendo un ligero “click” para
alinear la pelvis y la zona lumbar, llevando el coxis hacia delante. De esta
manera la columna se estira desde el sacro y todo el tronco se eleva desde las
caderas.
Si estás sentado tu punto de apoyo serán los dos huesitos
de los isquiones, así que desde ese punto estira todo el tronco. Siente como
creces hacia arriba, no te eches para delante, ni para atrás.
3. Tronco: una
vez que tenemos el tronco elevado, nos imaginamos que tenemos un hilo que tira
de nosotros desde el esternón en diagonal. Con esto conseguimos abrir más el
pecho, pero sin irnos hacia delante ni proyectar las costillas inferiores hacia
el frente. Abre tu capacidad pulmonar y deja que el aire que respiras fluya.
4. Hombros: Abajo
y atrás. Es una acción como si estuviéramos sujetando unos libros debajo de los
brazos o un tigre nos tirara por detrás con sus garras desde los hombros hacia
abajo. No te encojas, presume de altura.
5. Cuello:
Estiramos el cuello para alinear la cabeza con la columna, la barbilla paralela
al suelo. Imagina que quieres mantener una naranja sin llegar a exprimirla. No
agaches la cabeza y evita los dolores de cuello o tortícolis, no merece la
pena.
6.
Mirada: al
frente. No te cagas, sigue tu objetivo.
Con estas correcciones estás
creando una acción muscular completa, de tal forma que los músculos de la parte
delantera del cuerpo ejercen de forma natural un impulso hacia arriba, que
contrarresta la presión de la parte de atrás del cuerpo hacia abajo y el efecto
de la gravedad sobre la columna y las articulaciones.
Esta semana te propongo que te
observes. Intenta desconectar de tus actividades por un momento y realiza los
ajustes necesarios, cada media hora, cada hora…… ponte pequeños recordatorios.
Cuida tu cuerpo es el único lugar
dónde realmente vives
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